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viernes, 22 de noviembre de 2013

12 Consejos efectivos para NO recuperar el peso perdido (PARTE 2)

7. Haz acopio de lo que te conviene.  Llena tu refrigeradora (nevera) y la alacena de frutas y verduras frescas (o congeladas), y de aves magras, pescado, granos y bocadillos saludables, como el yogur griego, las nueces o el pan integral. Y saca de tu cocina y de tu vista las galletitas, los dulces y caramelos y todos aquellos alimentos que sabes bien que no te favorecen.
8.  Pon color a las comidas con frutas y verduras. Algo que te ayudará a no recuperar esas libras perdidas, es la regla de los colores: mezclar rojo, verde y naranja (anaranjado). Esfuérzate por incluir, en cada comida, una fruta o verdura de cada uno de estos colores.  Entre los rojos están las fresas (frutillas), los tomates (jitomates), las granadillas y las manzanas. Entre los de color naranja, están las zanahorias, las calabazas (ahuyama), la papa, las naranjas y los ajíes… Y entre las verdes el brócoli, la espinaca, el té verde, la lechuga… ¡y un sin fin de vegetales!
9. Incluye al menos una porción de proteína en cada comida. La proteína te ayuda a sentirte satisfecho(a) más rápido y ayuda a mantener esa sensación de saciedad por más tiempo. Además de evitar que recuperes el peso perdido, también te ayuda a quemar la grasa y a mantener la masa muscular. Entre las proteínas  están las nueces, los frijoles, la carne magra, los pescados, los mariscos y las claras de huevo.
10. Bájale a la sal. La sal es un enemigo de la dieta. No sólo dificulta la pérdida de peso y aumenta la retención de líquidos (hinchazón) en ciertas partes del cuerpo, sino que hace que uno sienta más sed (que se interpreta como hambre). Para bajar la sal de tu dieta, no sólo tienes que alejar el salero de tu mesa…  ¡también debes leer todas las etiquetas de lo que compras! Te sorprenderás la cantidad de sodio que se esconde en muchos alimentos que parecen saludables… pero que no lo son.
11. ¡Muévete un poco más! Sentado(a) en el sofá no se queman muchas calorías. Si de verdad no quieres volver a engordar ¡tienes que aumentar tu actividad física! Y si ya estás practicando algún ejercicio ¡ponle un poco de sazón! Es decir: varíalo un poco, para que no te aburra. Si no puedes ir a un gimnasio,  alterna  caminatas con baile, patinaje, la natación o la bicicleta. ¡La clave es estar en movimiento constante!
12. Cuidado con el fin de semana. ¡No claudiques ni el sábado ni el domingo! Es muy común que después de sacrificarnos toda la semana, cedamos a la tentación a última hora. Si planificas de antemano, poniendo en práctica algunos de los consejos que acabas de leer, no te resultará difícil comer bien, darte un gusto de repente y controlar calorías. Si sales a comer a un restaurante, controla las porciones (comparte tu platillo), ordena un plato principal con proteína (pescado, o pollo al horno o a la parrilla), una ensalada (cuidado con excederte con el aliño o aderezo) y una cucharadita de postre.
El control, la moderación y la disciplina te ayudarán a mantener y controlar el peso que logres a largo plazo. Ya que has realizado buenos cambios en tus hábitos alimenticios y de actividad física ¡no retrocedas!  No pienses que “estás a dieta”. Piensa que estás llevando un estilo de vida más saludable que te permitirá tener una mejor calidad de vida. ¡Sí se puede!

fuente: Doctora Aliza-vidaysalud.com